Lecciones desde nuestras convocatorias
En ASILORZA, hemos tenido la oportunidad de conocer a cientos de profesionales a lo largo de nuestras convocatorias y procesos de selección. Este contacto constante con el talento ambiental nos ha permitido identificar con claridad qué es lo que realmente marca la diferencia entre un postulante más y un profesional con alto potencial en el sector de la consultoría ambiental.
Más allá de los conocimientos técnicos y la experiencia, existen habilidades clave que permiten que un consultor ambiental agregue valor estratégico, genere confianza y se adapte con éxito a los nuevos desafíos del rubro.
A continuación, compartimos las 5 habilidades que, desde nuestra experiencia, destacarán en el 2025:
En las entrevistas, esta habilidad sobresale de inmediato. Cuando un profesional demuestra que comprende cómo su trabajo se alinea con los objetivos del cliente, los riesgos regulatorios y las oportunidades de sostenibilidad, se percibe una diferencia clara frente al resto de candidatos.
No se trata solo de aplicar la normativa: se trata de entender el contexto completo, anticiparse a los desafíos del proyecto y proponer soluciones con visión integral.
Esta habilidad diferencia a un técnico competente de un consultor estratégico.
Cada vez es más relevante contar con profesionales que manejen herramientas digitales que optimicen el análisis ambiental: desde sistemas de información geográfica (SIG) y modelamiento ambiental, hasta plataformas de entidades como OEFA o ANA.
En ASILORZA valoramos a quienes utilizan estas herramientas no solo como complemento, sino como parte fundamental de su práctica profesional.
La tecnología ya no es un valor agregado: es parte del perfil base del consultor ambiental.
Una habilidad transversal pero crucial. Los profesionales que pueden explicar términos complejos —como un ITS, un EIA o los resultados de un monitoreo— a públicos no técnicos, comunidades o tomadores de decisión, son altamente valorados.
Saber comunicar con claridad, empatía y precisión genera confianza, facilita los procesos de participación ciudadana y mejora la toma de decisiones en los proyectos.
Comunicar bien es parte de la solución ambiental.
La consultoría ambiental exige interacción constante con múltiples actores: autoridades, clientes, comunidades y equipos interdisciplinarios. Aquellos profesionales capaces de coordinar, generar consensos y mantener relaciones constructivas son esenciales en cualquier proyecto.
En nuestro rubro, las relaciones bien gestionadas reducen conflictos y potencian resultados.
Finalmente, una habilidad que resume compromiso, responsabilidad y visión a largo plazo. Los profesionales con pensamiento crítico y enfoque preventivo son los que mejor se desempeñan ante auditorías, fiscalizaciones y nuevas exigencias normativas.
En ASILORZA valoramos a quienes no solo cumplen con lo exigido, sino que buscan constantemente mejorar, anticipar y aportar valor a cada etapa del proyecto.
La proactividad y el pensamiento crítico son señales de un consultor confiable.
Estas cinco habilidades son el resultado de nuestra experiencia directa con profesionales del sector. Sabemos que los retos ambientales del país y del mundo exigen un nuevo perfil de consultor: uno que combine técnica, estrategia, comunicación y compromiso ético.
En ASILORZA seguiremos apostando por el desarrollo del talento ambiental con propósito, excelencia y visión de futuro.
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